Estamos en una época muy bonita: el frío se asoma mientras toma forma el otoño, los colores empiezan a palidecer y las plantas persiguen tonalidades más rojizas y marrones. Se despojan de lo innecesario y se preparan para descansar una vez más. Nuestro cuerpo empieza a pedir alimentos más calientes que invitan a estar con uno mismo, necesitamos más reposo y recogimiento. Por suerte, todavía habrá días en que sentiremos el calor del Sol y otros nos apaciguaremos con el susurro de la lluvia. Es una época del año que invita a sentir.
Con el ritmo de vida habitual, es muy posible que no te hayas permitido unos minutos de tu día a día a contemplar lo que te rodea. Mientras centenares de aparadores y anuncios reclaman tu mirada, los árboles sumisos nos observan totalmente desapercibidos. Ellos sí son verdaderos, ellos nos pueden hacer sentir lo que se aproxima, pueden reclamar tu mirada porque llevan todo el año cuidando del aire que respiras.
Si cada día haces la misma ruta, es una buena oportunidad para observar cada día lo que pasa en la naturaleza y tomar conciencia de los cambios. Verás como los árboles se van desnudando, te fijarás que algunos han sido podados y que otros resisten vigorosos el paso de los años. Algunos, incluso después de haber sido plantados fuera de su hábitat y habernos regalado su eternidad, morirán y nadie reparará en ello. Pero la naturaleza es así, todo es vida y todo es muerte.
Cuando las personas vienen al campo, alaban el aire puro y los colores. Colores que también viven en las ciudades, en las alturas y en los balcones, en los parques y jardines. Colores y texturas que no son obvias y que solo están al alcance de aquéllos que quieran sentir. Solo es cuestión de querer mirar…
Y cuando empieces a reparar en los árboles, quizá luego te apetezca cambiar la televisión por la Luna. Y quizá más tarde percibas que algunos olores solo vienen en ciertos días del año. Y posiblemente por ello quieras aprender a encontrar la Osa Mayor, a identificar la sinuosa Venus… Verás días en que la Luna se acerca más a tu casa para saludar y otros en que parece tomar una fotografía muy lejana.
Todos llevamos una vida a contrarreloj, un calendario marcado con fechas en las que comprar. Pero el mayor regalo está ahí fuera y no todos quieren abrirlo.
3 Comentarios
Hola me encanta tu blog, y muchas cosas de las que comentas son muy interesantes.
Llevo tiempo haciendo unos cursos de PRH me atrevo a enviartelo, con mi afecto.
Feliz día.
Gracias Maite! no he visto lo de los cursos, dónde lo has mandado?
Felicitats Sergi pel teu blog. És un dels meus referents.