Hace 6 años que empecé a trabajar enseñando huerto ecológico y permacultura en escuelas, centrándome en la etapa de educación primaria, y me apetece poder compartir algunas experiencias ahora que desde las administraciones se está potenciando la creación de huertos escolares, el reciclaje y el contacto con la naturaleza. Y es que después de que hayamos perdido la mayor parte del conocimiento que tenían nuestras generaciones pasadas acerca de la producción de alimentos, es necesario recuperar el gusto por la vida que crece y que tanto nos nutre.
Cuando hablamos de trabajar con niños/as, es importante reconocer el momento actual del mismo y ofrecerle unos contenidos acorde a sus necesidades. A los 6 años no se tiene la fuerza ni perseverancia que se tendrá a los 10, pero sí la capacidad de veneración y sorprenderse. Cada momento invita a transmitir distintos conocimientos y permitir que emerja lo mejor de cada una.
Primer curso (6-7 años)
El objetivo del primer curso es ofrecer un espacio de refugio en el que experimenten con la naturaleza y aprendan a observar plantas, insectos y ritmos estacionales. Para promover el sentir, evitaremos guantes y trabajaremos siempre con las manos.
El paso de infantil a primaria no es fácil. Intentamos imponer el aprender cuanto antes mejor, pero el niño/a todavía no está preparada para estar tantas horas sentada y tener la mente tan concentrada. En mi opinión, no es natural que los alumnos pasen más horas sentados que los adultos. Pero el huerto puede ser un refugio, un espacio de reconexión con su etapa de juego, de experimentar y sentir, de silencio y trabajo colaborativo. Así que tenemos que facilitar ese juego, potenciar la paciencia y la observación (¡el principio más importante de la permacultura!).
De repente se encuentran en un espacio donde las cosas no pasan rápidamente, donde los tiempos adquieren otra dimensión y no se exige nada (porque la mayoría del profesorado lo hace por amor y comparte su afición). Como decía, es importante no usar guantes ni herramientas este primer curso. Tenemos que potenciar el sentir, y cualquier elemento que nos aleje de las texturas y sensaciones, lo dejaremos para próximos cursos.
En primero pues ponemos la mirada en las plantas y vemos qué experiencias y conocimientos ya tienen. Por trayectoria familiar, por situación geográfica o deseos, cada menor necesita momentos para expresarse, por lo que los ritmos son mucho más lentos de lo que serán en el futuro y se busca esta interacción. «Pues mi abuelo labra la tierra«, dicen la mayoría. Y es muy interesante escucharles y ver qué procesos observan y dejar espacio a contar aquello tan interesante.
Es un momento en el que después de hablar del mundo animal «mayor», podemos empezar a hablar de los insectos como parte indispensable de los ecosistemas. Es curioso como la mayoría cambia su perspectiva del miedo y el asco a la comprensión, a la diversión y, sobretodo, hacia la atención. Hay que dejar claro que está prohibido el maltrato a ningún tipo de animal, todo ser vivo merece ser respetado. Actividades relacionadas con los insectos nos permiten ver el control del niño frente a la fuerza, al cosquilleo y al tacto. Para la mayoría es la primera vez que cogen un escarabajo, que siguen el vuelo de una mariquita o se acercan el pulgón. Por cierto, les encanta saber que «las hormigas ordeñan el pulgón» y colaboran para ayudarse mutuamente! Qué gran momento para hablar de mutualismo entre especies…
En primero también se puede usar las semillas para ver y potenciar la motricidad fina. Algunos se manejan muy bien con pequeñas semillas de albahaca, por ejemplo, pero otros necesitan de semillas grandes, pues sino se les caen. Importante empezar dándoles solo una única semilla para que le pongan toda la atención e ir de mayor a menor tamaño.
También en este curso vamos semanalmente al huerto y listamos las plantas, vemos los colores predominantes y hacemos dibujos. Tenemos el objetivo de observar el paso de las estaciones, de que sientan el ritmo de la naturaleza; no solo se trata del frío, sino del cantar de los pájaros, la humedad de la tierra, el ciclo de los insectos, los alimentos en el huerto y el papel de las aromáticas… A veces nos hacemos infusiones con algunas aromáticas para reconocer sabores y olores, e incluso a final de curso han pedido tener los ojos vendados para adivinar de qué planta se trata.
Segundo curso (7-8 años)
Una vez han entrado en las dinámicas de la observación, es fácil introducirlos en el mundo de las hortalizas. Son plantas que crecen relativamente rápido y son las que más ansían por conocer. Cosechar zanahorias, tomates (qué difícil debido al calendario escolar!), cebollas o habas es algo que les apasiona. ¡Tienen que poner mucha fuerza para arrancar esas cebollas semienterradas!
La estructura del suelo, con el equilibrio entre materia orgánica, microorganismos y minerales, es otro concepto a trabajar y que cambía por completo el paradigma habitual de producción de alimentos y cuidado de la tierra fértil.
En segundo curso plantamos hortalizas, hacemos los semilleros y de las fases lunares.
En segundo curso utilizamos las semillas que los mayores nos han guardado y somos los encargados de hacer el plantel para toda la escuela. En alemán existe una palabra para definir la forma en movimiento, gestalt, y es bonito ver la gestalt de cada planta: cómo germina y cómo los cotiledones abren la tierra para luego dar paso a la planta. El gesto de cada planta es casi único, pueden verse semejanzas en la misma familia. Y más tarde las alumnas son capaces de reconocer un plantel con solo mirar sus primeras hojas.
Como se dice en biodinámica, los cotiledones -las primeras hojas de la planta que son capaces de romper la tierra y que habitualmente son diferentes a todas las demás-, son como los trompetistas que anuncian la llegada del Rey para que todo esté dispuesto: llegan, abren la tierra y luego aparece la planta.
Si en primer curso hemos hablado de los ritmos estacionales, en segundo hablaremos del patrón de 28 días de la Luna. Luna nueva, creciente, llena y decreciente. Explicamos leyendas y cuentos sobre la Luna y compartimos el saber hacer popular que relaciona fases lunares con tareas en el huerto.
Para terminar el curso, ya hacia primavera, podemos retomar el tema de los insectos y hablar con más profundidad acerca de las abejas. Explicamos cómo se alimentan, cómo colaboran entre sí y la indispensable función que tienen como polinizadores. Si una de las sesiones la acompañamos con una degustación de mieles ecológicas de distinta composición (de naranjo, mil flores, tomillo, etc.), lo recordarán por mucho tiempo y lo relacionarán con la fructificación de las flores.
También en primavera nos volvemos a acordar de los dibujos del huerto. Pero esta vez usamos semillas, flores y hojas para representar lo que queramos. Estos ejercicios no han dejado de sorprenderme, la elección de materiales y texturas de cada alumno es única y hermosa.
Tercer curso (8-9 años)
Podemos aprovechar la fuerza que tienen para usar herramientas pesadas y transportar materiales.
Cuando llegan a tercero, la mayoría ya están más que preparados para trabajar con más fuerza y empuje; tienen mucha energía y podemos canalizarla a favor suyo. Es un gran momento para acercanos al compostaje y empezamos a carretear materiales, usar palas ya con las dos manos, añadir paja, voltear, etc. Importante recordarles los procesos del compostaje, la temperatura que debe coger, y que anoten su evolución (cuando saca vapores, como reduce su masa, cuando aparecen insectos, cuando lombrices…).
Como segundo modo de compostaje, también nos gusta trabajar con lombrices y ver las diferencias entre ambos métodos. Las usamos y luego les damos el humus de lombriz sólido a los de primer curso para que hagan las semillas para todos. También seguimos plantando algunas hortalizas, y aprendemos a hacer nudos y encañar con distintas técnicas y objetivos.
Si bien ya se introducieron en el ciclo lunar de 28 días, ahora podemos ampliar los conocimientos y mostrarles el movimiento ascendente y ascendente de la Luna. Mediante bolas de porexpán y una linterna a modo de Sol, podemos mostrar los movimientos que hace la Luna alrededor de la Tierra y la Tierra alrededor del Sol. Así introducimos distintas climatologías y temperaturas medias, máximas, mínimas, pluviometrías, etc.
Trabajamos con plantas medicinales y estudiamos cómo reproducirlas
En tercer curso profundizamos más con las plantas aromáticas y las medicinales. Explicamos los beneficios de algunas infusiones y plantas y reconocemos sus olores fácilmente. Por supuesto es muy interesante cuando aprendemos a reproducirlas por esqueje, y les damos la humedad y nutrientes necesarios. ¡Es muy emocionante ver cuando las aromáticas enraizan y los alumnos las llevan a casa! Como actividad complementaria, los enraizantes hechos a base de lentejas, nos ayudan a fortalecer el proceso y experimentar con los germinados.
Cuarto curso (9-10 años)
A medida que van creciendo, también lo hace la mirada hacia el reino vegetal. En primero hemos empezado viendo el suelo, luego han llegado las hortalizas, más tarde las aromáticas y en cuarto curso ponemos nuestra atención a los arbustos y frutos silvestres.
Toca hacer análisis de suelos y introducirse en los arbustos y frutos silvestres.
En nuestra zona no hay excesivos frutos silvestres, así que tenemos que explicarles el ph y la influencia en los cultivos y los nutrientes. Consequentemente hacemos análisis de suelos -con tiras de ph, haciendo “churros” o bien diferenciando la materia orgánica, arenas, limos y arcilla con un bote y agua.
Cuando sabemos interpretar estos datos, aprendemos a acidificar la tierra y así somos capaces de cultivar madreselvas, gojis, aronias, frambuesas o arándanos, que a la vez son frutos poco conocidos en nuestra gastronomía local.
Los arbustos nos invitan a utilizar guantes, pues algunos tienen pinchos, y aprenden entonces a podar este tipo de plantas, obteniendo varas y yendo con cuidado para reproducirlas o compostarlas.
¡Qué mejor que los frutos silvestres para hablar de pájaros! Hacer algunas salidas a pasear y poner atención en ellos, o bien invitar alguna madre o padre que les guste el tema y quieran acercarlo a la clase.
Otra de las actividades que más disfrutamos es hacer los preparados con plantas para ahuyentar plagas o mejorar la salud del huerto y el suelo. Buscamos las plantas, las recolectamos, troceamos y luego las infusionamos o las maceramos según corresponda. Consuelda, ajo, manzanilla, ortiga o cola de caballo son las más usadas. Estas actividades tan prácticas nos permiten hablar de hongos, la necesidad de los insectos por ingerir aminoácidos que transforman en proteínas y el valor de los minerales solubles y a disposición de las raíces.
Quinto y sexto curso (10, 11 y 12 años)
Durante los últimos años de primaria podemos ofrecer conocimientos más especializados y que requieren mucha habilidad, como la arboricultura o la construcción de estructuras tipo casetas de herramientas, compostadoras o jardineras con palés.
En los últimos cursos estudiamos los árboles y ya están preparados para hacer podas y esquejes.
Podemos introducir la poda de árboles en quinto (poda de formación y producción) y los injertos a los alumnos de sexto siempre que antes hayamos podido hablar del papel de los árboles en los ecosistemas y la producción agraria. Explicar cómo funciona la polinización cruzada en árboles frutales y el acto de «clonar» mediante el injerto puede presentar un nuevo paradigma y plantea nuevas preguntas y retos.
La procedencia de los alimentos puede combinarse siguiendo las clases de historia y ver cómo el ser humano fue escogiendo variedades y ejemplares según sus necesidades y de donde proceden. Los orígenes de los frutales relacionados con las zonas de Asia -alguien se acuerda del albaricoquero, el Prunus armeniaca o el melocotón, en prunus persica? sus nombres ya nos dan muchas pistas de su procedencia!. Conocer la procedencia de estos alimentos puede darnos pistas para su cuidado y manejo adecuados.
También en estos últimos años es bonito que los niños/as se encarguen de recoger las semillas del huerto y que aprenden métodos para conservarlas. Luego las traspasan a los más pequeños y así dejan su huella en el colegio una vez se van. Es una manera de tener un poquito de energía de cada una y poder acordarse de la importancia del trabajo anual de guardar las semillas, que unos recogen y otros siembran.
Conclusiones
Hace tiempo que tenía ganas de compartir las directrices del currículo sobre huerto escolar y permacultura que planifiqué hace unos años. Seguro que hay muchas otras propuestas que me gustaría conocer y mejoras a hacer.
Como dije al inicio, creo que las clases de huerto plantean una oportunidad única en el sistema educativo actual para poder trabajar otras cualidades del carácter, y aprovechar las necesidades de cada edad. Trabajar al aire libre, en equipos y aprendiendo de manera muy práctica. ¡No he conocido todavía ningún alumno que no haya disfrutado con las clases de huerto! Y eso es tan gratificante…
Termino con un cuadro resumen:
Temática | Primero | Segundo | Tercero | Cuarto | Quinto y sexto |
Ritmo a trabajar | Ritmo estacional | Fases lunares | Movimiento lunar | Calendario de plantación | Movimientos migratorios |
Objetivos | Veneración. Potenciar refugio para la observación y el juego. Motricidad fina. Identificación vegetal | Entusiasmo. Ganas de trabajar y aprender más. Estructura del suelo y nutrición de la planta. Hortalizas | Energía. Compostaje y reproducción por esquejes. | Experimentación. Análisis de suelos. Preparados con plantas. | Perseverancia. Poda e injertos de frutales. |
Plantas | Observación general de hortalizas y aromáticas | Hortalizas | Aromáticas y medicinales |
Arbustos y frutos silvestres |
Árboles frutales |
Fertilidad | – | Asociaciones de plantas | Compostaje y lombri- compostaje |
Preparados con plantas | Gremios con frutales |
Reproducción vegetal | Plantel y semillas en poca cantidad | Hacemos los semilleros para toda la escuela | Esquejes de aromáticas | Equejes y estolones de arbustos y separación de matas | Poda e injertos de frutales. Guardar semillas |
Herramientas a usar | Trabajo sin herramientas ni guantes | Trabajo con herramientas de mano, pero sin guantes | Herramientas de dos manos | Guantes y tijeras de poda | Tijeras de poda y navaja de injertar |
Reino animal | Insectos | Abejas | Lombricultura | Pájaros | Ganado |
¿Hacéis huerto en la escuela? ¿Cuáles crees que son los beneficios? Si quieres comentar, ¡me encantará leer otras opiniones!
4 Comentarios
Gran tavajo Sergi!!! me encanta la cadencia de los acontecimientos y suenan genial los contenidos que consigues transmitir. Gracias por compartir!! Calidos abrazos y fuerzas desde Galicia
Qué buen resumen! yo trabajo también en huertos escolares y disfruto demostrando la cantidad de beneficios y potencial que tienen los huertos como herramientas educativas en las escuelas. Gracias por la forma de compartirlo.
Que gusto leerte Sergi y que gustazo tus compartires. Me encanta tu trabajo con esas maravillosas personas pequeñas. Junto a mi compañera hace un par de años que trabajamos con niños desde el arte y la naturaleza (fb TierraCorazon). Me encantaría poder comunicarme/encontrarme contigo.
Las Bombas de semillas Fukuoka les fascinan a los pequeños, desde ir a coger la arcilla y cribarla a enfangarse.
Salud-os
Muchas gracias Sergi, me encanta que la permacultura llegue a todas partes, universidades, huertos terapeúticos, urbanos, fincas de producción agrícola, pero especialmente a centros de enseseñanza y educación infantil, primaria y secundaria, porque entiendo que la «permacultura», o mejor dicho «cultura permatente» nos ofrece su máximo esplendor y potencial. Ojola que los movimientos de docentes en pos de una nueva enseñanza, mas basada en la observación y el aprendizaje del razonamiento, que en la memorización de los temarios, abracen y sirvan de soporte de la creación de los llamados «Huertos Escolares Ecodidácticos», en los que adémas de desarrollarlos con base en la «Agroecologia», se puedan desplegar algunas de las técnicas y enseñanzas de la permacultura.
En hora buena y muchas gracias por tu labor.