Cuando dos o más personas se unen para poner energía en una gesta común, inician un proyecto que nunca se sabe cómo acabará. La primera etapa suele ser de mucha ilusión y mucho trabajo, a menudo poniendo más atención en la acción que en el pensar o el sentir. Pero cuantos más proyectos fracasados conozco, más valoro la necesidad de priorizar las relaciones humanas frente a la propia meta, ya desde el primer momento.
Cada iniciativa emana de personas con la misma visión pero con prioridades y necesidades distintas. Y resulta verdaderamente complicado entender que, aunque a veces tengamos tentaciones de hacerlo, las necesidades no son negociables. Podemos poner sobre la mesa la manera de cubrirlas, pero no la importancia de las mismas. Por ello, debemos aprender a encontrar espacios de comunicación consciente; encuentros en el que cada uno pueda explicar cómo se siente mientras los demás aprendemos a escuchar sin entrar en el juicio. Estos espacios deberían ser periódicos y tener la misma importancia que cualquier otra actividad de la iniciativa. Aprender a hablar desde uno mismo nos permite buscar soluciones colectivas a las necesidades y emociones de cada uno.
En el proyecto de les Vinyes dedicamos la noche de los Lunes a compartir el aquí y ahora, un momento semanal y sagrado en el que somos capaces de escucharnos y hablar de lo que nos ocurre. Gracias a estas herramientas de expresión es más fácil encarar la actividad mental y física cuando es el momento, sin cargas que nos hagan perder demasiado el rumbo.
Para terminar, recordar una de las 3 éticas básicas de la permacultura: Cuida las Personas. Y a la persona que mejor debemos cuidar es a uno mismo, porque no se puede ofrecer nada que uno no tenga. Así que si estás en un proyecto, te recomendaría que buscaras herramientas para solucionar conflictos y, especialmente, espacios para compartir las emociones desde uno mismo.
2 Comentarios
Hola Sergi,
totalment d’acord amb la teva reflexió. A la nostra Ecovillage tenim un sistema per compartir obertament les emocions: Open Forum. Assentats en un cercle, un per un tenim l’oportunitat d’expressar les nostres emocions, mentre la resta escoltem atentament en silenci sense fer valoracions o donar cap feedback. Fa uns mesos que el practiquem, realment ens ajuda molt a sentir-nos escoltats i poc a poc millorar els conflictes personals i del grup.
Gràcies per el teu blog tant interessant!
Que crack Sergi!! cuanta raó…quants cops deixem d’atendre la part emocional dels nostres projectes amb lo important que es…gracies!!!