La paciencia es una de las virtudes que más se cultivan en el huerto, es algo natural que evoca espera, reposo y ciclo. La mayoría de las semillas de hortaliza tardan unos 15 días a germinar, pero algunas plantas o flores pueden llegar hasta tres meses (algunas incluso doce o catorce) en aparecer de bajo tierra. Una vez germinadas, siguen su camino lentamente hasta poder ser cosechadas y consumidas, algunas quizá esperan en la superfície para ser utilizadas como semilla el próximo año. Solo el tiempo permite cultivar alimentos sanos, solo el tiempo nos ayuda con nuestra paciencia. El huerto es un gran maestro y la paciencia es una de sus plantas más hermosas.
Paciencia con la crisis
Hace algunos años que empezó la crisis en España, pero hace mucho más que empezó el lucro desmedido y la especulación. Recuperar el sentido común, el orden natural y el reequilibrio de las cosas va a llevar mucho más tiempo que el utilizado en crear este sinsentido. Los mercados no atienden a la paciencia, pero las personas sí debemos hacerlo. Han sido años duros, pero quedan más del doble hasta empezar a estabilizarnos. Tiempo al tiempo… respira hondo y sigue tu camino de hormiga, siempre colaborando y siendo ayudada por todo el hormiguero.
Paciencia con la infancia
Uno de los puntos más graves que la mayoría ignora es la exigencia con los más pequeños. Cada vez hay menos tiempo para ser un niño/a, las tareas extraescolares generan estrés y la televisión no deja espacio para la creatividad. Hay estudios que advierten que potenciar los movimientos precoces de los bebés suelen provocar problemas de espalda cuando somos mayores, pero nos entusiasmamos al ver que nuestra hija camina 2 semanas antes que la hija de la vecina… A la par que adelantamos la edad adulta en nuestros hijos, vemos como van apareciendo nuevas enfermedades degenerativas en la vejez. Tenemos que dejar espacio a la mente, al cuerpo y a las emociones para que se desarrollen sin prisa. Y es nuestra responsabilidad y placer educar a nuestros hijos/as.
Paciencia con el amor
Las relaciones no duran tan poco debido a que somos seres «más libres y conscientes que antes», sino todo lo contrario. Años atrás las personas tenían más paciencia con el otro y, sobre todo, consigo mismas para poder aprender. Somos seres atraídos por la belleza, las emociones, y hay pocas sensaciones más gratificantes que el amor o el sexo. Así que al más mínimo indicio de decadencia o deterioro, la solución más rápida es escapar y volver a empezar. La paciencia nos permite escuchar y profundizar más para diferenciar ego y ser. No estoy fomentando las relaciones que no llevan a ninguna parte, pero me gustaría que las personas se dieran tiempo y permiso para ayudarse y reencontrarse. El amor también es dificultad, y de la dificultad nace la fortaleza y la unión más auténtica.
Paciencia con la política
El camino de la opinión alternativa, de la crítica y de una nueva manera de vivir es lento. Necesitamos perseverancia, mucha coordinación y energía. Los partidos políticos no se han mostrado como herramientas útiles para gestionar ni reglar la vida en comunidad, pero tampoco dejan lugar a otra manera de hacer con sus leyes retrógradas y autoritarias. Si queremos hacer las cosas distintas, vamos a necesitar paciencia y poner sobre papel nuevas maneras de relacionarnos. Paso a paso llegaremos a buen puerto, pero no abandonemos antes de tiempo.
Paciencia con nuestro día a día
Todos escuchamos el cuento de la liebre y la tortuga, pero no lo aplicamos en nuestro día a día. Café enlatado al despertar, ensalada envuelta en plástico para comer, gelocatil para evitar la enfermedad, televisión para dormir, avión para viajar, películas para sentir, rayos uva para tomar el sol, microondas para cocinar y facebook para relacionarnos.
Hace unas semanas que estoy escribiendo poco, estoy más bajo de energía y me permito estar aquí. Dándome cuenta de lo que me provoca mi impaciencia y recordando que al final todo pasa, incluso lo bueno y lo malo. Un abrazo y gracias por leer hasta aquí, seguro que has cultivado un poco más tu paciencia.
5 Comentarios
Hola Sergi,
me llama la atención especialmente el comienzo de tu post. La paciencia es algo necesario hoy día para cultivar, pero lo era hace un tiempo? Todo depende de a qué lo compares, y yo la comprendo como un concepto moderno. En realidad, antes no hacía falta paciencia porque el tiempo era el que era y la vida fluía en el tempo de ese tiempo, el que marcaba la naturaleza. No había paciencia. Tocaba lo que tocaba. Tal vez deberíamos recuperar ese valor.
Un post estupendo 🙂
Abrazos!
Robert, si piensas en recolectores, considero que éstos también tenían paciencia: sabían esperar la mejor luna para cortar leña, preparar sus lanzas o incluso hacer sus rituales. No todos los días eran igual de buenos para ir a cazar, reunirse, o coger bayas. Desde un punto de vista holístico, seguro que tenían mucha más paciencia que nosotros con el huerto!
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[…] Paciencia con la crisis, con los niños, con la política, con nuestro día a día. Estupendo artículo de Sergi Caballero: “La paciencia es una de las virtudes que más se cultivan en el huerto, es algo natural que evoca espera, reposo y ciclo. La mayoría de las semillas de hortaliza tardan unos 15 días a germinar, pero algunas plantas o flores pueden llegar hasta tres meses (algunas incluso doce o catorce) en aparecer de bajo tierra. Una vez germinadas, siguen su camino lentamente hasta poder ser cosechadas y consumidas, algunas quizá esperan en la superfície para ser utilizadas como semilla el próximo año. Solo el tiempo permite cultivar alimentos sanos, solo el tiempo nos ayuda con nuestra paciencia. El huerto es un gran maestro y la paciencia es una de sus plantas más hermosas”. INFO […]
Gracias Sergi por tu inspiración!! Hoy me siento más feliz por recordar que en el mundo hay gente como tu: visionarios!!
Tu artículo me ha encantado y lo he compartido con los que quiero. He ido descubriendo que la paciencia en mi es una virtud floja, como en muchos coetanios, y que con ella y temple se puede conseguir una rica cosecha, y no sólo de alimentos.
me voy a suscribir a tu blog para inspirarme y por afinidad en intereses.
un abrazo agradecido
ana