Algunas consideraciones para iniciar una vida en el campo

A raíz de algunos artículos que escribí, diariamente recibo correos de personas que desean cambiar la ciudad por el campo y piden ayuda sobre cómo y dónde hacerlo. Sinceramente, no es algo en lo que yo pueda aportar demasiado, puesto que la mayoría busca una ecoaldea ya iniciada o un pueblo para recuperar y yo solo tengo experiencia en nuestro camino. Entiendo que con la crisis y la comprensión de la economía muchas personas han decidido cambiar de rumbo y están buscando la manera. Así que quería dedicar algunos momentos para compartir algunas de mis experiencias personales.

La Meta Holística: define sin tapujos qué quieres

La Definición de la Meta Holística es un propósito que toda persona debería poder hacerse cada vez que lo necesite, pero es todavía más indispensable hacerlo antes de cambiar de rumbo. La meta holística permite discernir qué estamos buscando realmente y a qué podemos renunciar, diferenciando los innegociables de las necesidades y deseos. La sinceridad en la definición de la meta holística es el punto más crítico del proceso: una falsa meta conlleva a una rotura del proyecto. No es posible dar energía permanentemente a algo que no sientes. Si deseas vivir de manera espiritual, quizá no es necesario dejarlo todo y marcharte; es perfectamente factible hacerlo en ciudades. Si deseas vivir de manera autosuficiente, probablemente deberás trabajar duro cada día de tu vida… La idealización y el sueño están separados de la realidad por el esfuerzo. Libertad es tener un propósito y tener la voluntad de trabajar para conseguirlo. Dedica todo el tiempo que sea necesario para definir qué quieres a largo plazo y tu camino para conseguirlo.

Capta energía antes de empezar: estudia y aprende

Invierte en conocimiento, especialmente antes de cambiar de rumbo. Si no tienes experiencia en trabajos de campo (huerta, animales, frutales, energía, etc.) y personales y grupales, te recomiendo que empieces antes de iniciar o unirte a un proyecto. Por supuesto que no puedes aprenderlo todo y todavía menos desde el pensamiento, pero una vez tu experiencia de vivir en una ecoaldea o en el campo empiece, será difícil encontrar momentos para tu formación. Es beneficioso formarte antes, puesto que ya estarás dando pasos hacia la dirección deseada y tendrás contacto con personas más experimentadas. Pregunta, indaga, trabaja y siente. Y aunque suene a libro de autoayuda, debes empezar a reconocerte y saber cómo te relacionas con los otros. Es fácil compartir aquello a lo que no estás apegado, aprende de lo que más te cuesta renunciar.

Invierte en tecnología duradera

Lo barato suele ser caro, pero con ropa y herramientas especializadas la diferencia es todavía mayor. Si tienes que hacer 10 toneladas de leña cada año, una motosierra de 300€ no te durará más que un par de temporadas. Palas a 10€ o tijeras de poda a 6€ pueden durarte, pero no es lo habitual, piensa que terminarán siendo residuos más pronto que tarde. Igualmente, la ropa de montaña, de trabajo o el equipamiento de seguridad es importante adquirirlo con cabeza e informarse antes. Es mejor ahorrar para comprar una única cosa que comprarla varias veces a menor precio.

Empieza a conocer experiencias siendo voluntario

Es posible conocer proyectos gracias a internet, pero no hay nada mejor que acercarse unos días, semanas o meses para ejercer de woofer o voluntario y darte cuenta de cómo funcionan algunas iniciativas. Incluso si no tienes tiempo, busca jornadas de puertas abiertas o utiliza tus vacaciones para dar tus primeros pasos. Empieza por los proyectos cercanos a tu casa y amplia el radio poco a poco. La web de Woofering España es un buen sitio por el que empezar a buscar.

Reúne materiales, todo sirve

Empieza a reunir materiales, muebles, herramientas y todo lo que pueda serte útil si tienes espacio. Aprovecha mudanzas de amigas, muebles en contenedores o haz algunos viajes al punto de reciclaje de tu ciudad, seguro que encuentras utilidades a tantos residuos urbanos. Una bañera puede ser un buen lavadero para las verduras del huerto, una piscina para patos o parte de una depuradora de aguas grises. Una nevera puede ser una buena vermicompostera o un lugar para almacenar materiales. Utiliza el ingenio; productividad y eficiencia dependen de ello.

Únete o aprende de ecoaldeas en marcha: la Red Ibérica de Ecoaldeas

La Red Ibérica de Ecoaldeas (RIE) es un buen punto de partida si estás buscando unirte a un grupo de personas con un proyecto compartido. La RIE engloba las distintas ecoaldeas de la Península y mediante la formación y el encuentro promueven la resiliencia y la autosuficiencia, así como el conocimiento personal y grupal. Tienen una página web y una página en Facebook en las que cuelgan actividades e informaciones relevantes. Si tenéis interés por iniciar un proyecto, su incubadora de proyectos es una herramienta muy potente y su encuentro anual es el mejor sitio para conocer experiencia, proyectos y pueblos recuperados.

Separa los lazos afectivos de los legales

Mi mayor error al iniciar un proyecto ha sido no haberlo dejado todo por escrito y claro desde el principio. Si quieres emprender con un grupo de personas invertid tiempo en hablar de situaciones hipotéticas y escribidlo, no es agradable encontrarte con un montón de problemas financieros cuando tienes algo emocional a lo que atender.

Para buscar un lugar hay que vivir en él

Desde la distancia es complicado encontrar casas o pueblos en los que empezar. Mi consejo es que busques una zona en la que quieras vivir (porque forma parte de tu meta holística) y te vayas integrando con la gente. Si tienes la oportunidad, haz un paso intermedio y alquila algo pequeño desde donde seguir buscando y sintiendo si es dónde quieres estar. Es más fácil encontrar un emplazamiento cuando cuentas con la experiencia y confianza de las personas de la zona, que cuando eres un extraño recién llegado.

Déjate sorprender, pero toma nota de ello

Aunque quieras planificar y controlarlo todo, siempre habrá imprevistos. El grupo cambia, la tierra cambia, los proyectos cambian y tus ideales también lo hacen. El cambio es evolución, no intentes aferrarte a tus pensamientos y déjate sorprender. El camino es largo y sinuoso, perfecto para aprender a diario. A veces es terriblemente complicado dejarte sorprender, porque le solemos dar más peso a lo negativo, pero verás que las sorpresas vendrán en ambas direcciones. Con el tiempo es bonito leer lo sucedido, así que te recomiendo ir apuntando lo que sucede, tanto a nivel de funcionamiento físico del proyecto como de tu nivel emocional.

Todo lo aprendido no sirve de nada

Aunque el título es demasiado alarmista, la verdad es que por mucho que hayas leído y visto cómo funcionan los ecosistemas, la experiencia personal es lo único que sirve. Las condiciones climáticas y orográficas son exclusivas de cada sitio, y observar es la mejor manera de aprender. Los animales se comportan de manera distinta dependiendo del cobijo, agua y alimento a su disposición, las plantas según la exposición solar, nutrientes y corrientes de aire. Estos detalles no suelen aparecer en videos de youtube o libros de John Seymour, hay que olvidar y reaprender para conocer. La observación te dará tiempo para disfrutar y pararte, es una oportunidad para tomarte las cosas con calma.

Y hasta aquí llega la lista de experiencias que he ido apuntando durante meses. Me hubiera ido bien tener estas informaciones hace unos años atrás, puesto que aunque algunas parecen obvias, hay que recordarlas y vivirlas para ejercerlas. Espero que puedan ayudar y me encantaría conocer qué me he dejado y qué más añadirías a la lista, así que todos los comentarios son bienvenidos.